Cuándo experimentamos pérdidas y empezamos a sentir lo dolorosas que pueden ser, surge la pregunta: "¿Es normal que me sienta así?"
El duelo es un proceso emocional, físico y psicológico, natural y sano, consecuencia de una pérdida de un trabajo, una relación, un ser querido, etc.
En este continuo, se viven diferentes estadios, todos ellos normales, necesarios y no tienen una duración determinada.
Las fases más conocidas del duelo son las propuestas por Kübler-Ross:
- Fase de negación: “no me lo puedo creer”. La emoción principal es la confusión y la incredulidad.
- Fase de rabia: “es injusto, no me lo merezco”. Se caracteriza por las sensaciones de ira e irritabilidad.
- Fase de negociación: “y si pruebo de…” aquí conviven la esperanza de recuperarse y la melancolía.
- Fase de depresión: “no saldré de esta”. En esta etapa la sensación de vacío y de tristeza es más profunda.
- Fase de aceptación: “no lo recuperaré y puedo estar bien con ello”. En esta última empieza a aparecer emociones más cercanas a la calma y la esperanza. No tiene que ser una etapa feliz, pero cada vez se acerca más.
¿Cómo saber si mi duelo es normal?
- A nivel temporal, se dice que si la afectación dura más de un año ya hablamos de un duelo complicado o patológico.
- A nivel emocional y físico, si interfiere en tu vida hasta un punto que no puedes recuperar tu rutina anterior, es recomendable recurrir a ayuda de un profesional.
Si puedes ir transitando con más o menos facilidad tu vida a la vez que vas sintiendo todas las emociones desagradables, te animo a apoyarte de estos tips para que sea un poco más fácil.
– Validar el momento y la emoción que aparezca: sea la fase que sea, invalidar solo hace que empeorar la situación.
Permítete sentir, toda emoción es temporal, se irá y no puede hacerte daño.
– Compártelo con tu círculo seguro: háblalo con personas cercanas con las que tengas confianza. Eso mejorará tu estado anímico por dos razones. Por un lado, le pondrás palabras a lo que te ocurre y sientes, y por otro, te sentirás acompañada y escuchada por la gente que te quiere.
Tus seres queridos no podrán solucionar la situación, pero si ofrecerte cariño, sostén y compañía para que no pases sola un momento doloroso.
– No tengas prisa: a menudo escuchamos que “volver a la vida de antes” es lo mejor que puede hacer alguien para recuperarse de un duelo. No debes actuar como si nada hubiera pasado.
Es una decisión muy personal e íntima y no existe un periodo exacto o mejor para volver a incorporarte al trabajo o escuela.
Natalia Artero Boronat