Este viernes se celebra el 8 M, el día internacional de la mujer en muchos países del mundo. Este día pretende honrar y reconocer los logros de las mujeres en los diferentes ámbitos dejando de lado cualquier tipo de marginación o exclusión por su nacionalidad, raza, religión, capacidad, edad, clase social o económica entre otros aspectos.
Pero a estas alturas de la historia, creo que es importante dar en pequeño empujón a este día y celebrar la pluralidad de “las mujeres” y no en concreto el día de la mujer como ser único y estereotipado al cual se le atribuye una serie de requisitos tanto en positivo como en negativo.
"A día de hoy afirmo con rotundidad que las mujeres somos plurales y diversas, cada una de nosotras somos únicas."
Todas tenemos en común sentirnos mujer y estar enmarcadas en esa categoría en lo social, pero no a todas nos atraviesan los mismos ejes de interseccionalidad, en otras palabras no todas tenemos los mismos privilegios ni sufrimos la misma discriminación, y esto no se nos debe olvidar.
El termino mujeres diversas se acuñó para visibilizar la diversidad entre ellas y en las mismas mujeres a través del tiempo siendo en si la identidad algo dinámico y fluido.
Es por ello que sintiéndome parte del grupo mujeres, quiero seguir luchando porque a todas y cada una de nosotras, dentro de nuestra diversidad, se nos reconozcan nuestros logros y no sólo los más vistosos simplemente, porque somos personas con pleno derecho.
De nada me sirve que se reconozca a esas mujeres que son brillantes en las ciencias, o en deportes o quizás unas pocas mujeres que llegan a altos cargos empresariales o políticos, peor aún me hace sentir que todas salgamos a la calle como en el caso de la manada que tanta relevancia está volviendo a tener por el documental de Netflix «No estás sola: la lucha contra La Manada», pero que en cuanto pase el 8M volverá a ser un caso más si en petit comité se nos vuelve a olvidar que han violentado a una de nosotras.
No somos capaces de reconocer el logro de esa mujer migrada que acude a España en búsqueda de trabajo sin soporte para dar de comer a su familia porque no somos migrantes o de las miles de mujeres que compaginan la carga mental de ser madre junto a jornadas laborales de 8 horas , sumado a la autoexigencia de ser completamente perfectas que nos exige la sociedad, o a mujeres con capacidades diversas que dan lo mejor de sí siempre. Estos ejes nos pueden diferencia , pero nos une algo más importante que es nuestra humanidad.
Reconozcamos el logro de cada mujer que tenemos al lado simplemente por ser como es, siendo maravillosa y única.
Aunque avancemos aun queda mucho trabajo, por eso recordar mujeres: Somos estupendas, somos únicas.
María Victoria López Oliva