¿Por qué hay parejas que lo dejan varias veces y luego vuelven?

"Ni contigo ni sin ti."

Cuando están juntos están mal, pero cuando lo dejan están pensando constantemente en volver con la otra persona. 

La realidad es que las personas que están en este tipo de relaciones sufren un desgaste psicológico importante. La dinámica de este tipo de relaciones intermitentes suele ser un ciclo en el que lo dejan y tras un tiempo uno de los dos o ambos busca al otro para volver (el tiempo de esta separación puede ir de días, a semanas o meses).

Durante el tiempo que no están, sienten una variedad de emociones, algunas de ellas les empujan al deseo de volver y recuperar el vínculo al que estaban acostumbrados. Cuando se materializa esta reconciliación, las emociones son intensas y surge la esperanza de que esta vez las cosas sean mejores. A pesar de esta ilusión inicial, esta pasión e interés se empieza a desvanecer a medida que vuelven a aparecer las dinámicas previas y patrones conflictivos del pasado. La desilusión, sumada a los mismos problemas de siempre hacen que de nuevo se vuelvan a separar y comience de nuevo el ciclo.

 

 

 

 

 

 

Esto se puede deber a varios factores:

  • Dependencia emocional: Esa necesidad imperiosa de volver con esa persona y pensar que sin ella no somos felices es dependencia emocional. 
  • Dopamina: La emoción de la reconciliación puede generar una liberación de dopamina en el cerebro, creando una sensación de placer que refuerza el ciclo de dejar y volver.
  • Familiaridad: Uno de los motivos por los que prefieren mantener estos vínculos es porque ya están habituados a la otra persona y así no tienen que enfrentarse a la incertidumbre de lo desconocido. Como dice el dicho: ‘Más vale malo conocido que bueno por conocer’.
  • Inversión en la relación: Hay personas que piensan que después de todo el esfuerzo, los recursos y las emociones invertidos en la relación, no pueden tirar la toalla y deben seguir luchando por ello hasta que funcione.
  • Falta de límites: Cuando no respetamos nuestros limites en las relaciones, perdemos nuestra identidad y nos sentimos absorbidos por el otro, como si no importasen nuestras necesidades. Conoce como empezar a poner límites.

Recomendaciones para no caer en este círculo vicioso:

    • Sé sincer@ contigo mism@ y reflexiona sobre tu propia felicidad dentro de la relación y define qué es lo que quieres en una relación valorando si tu pareja te lo da.
    • Comunica el malestar que te generan estos vaivenes y pregúntale a la otra persona cómo se siente. Intentad poner en práctica la comunicación asertiva.
    • Recuerda que el afecto no lo es todo, no basta con que os queráis mucho, hay que querer bien y eso es algo que no todo el mundo sabe hacer.
    • Considera buscar ayuda ya sea bien individual o de pareja para abordar los problemas asociados a esta situación.

Paula Celestino López

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