Escuchamos a menudo la necesidad de poner límites en nuestras relaciones personales. Todo con el objetivo de construir relaciones sanas. Mensajes como “Saber decir que no es un acto de autocuidado” suenan muy bien pero;
¡¿Por dónde empiezo?!
Si no tienes costumbre a marcar que es lo que quieres y que no, es recomendable que abarques el proceso de una forma progresiva. Ir expresando pequeños límites puede ser de ayuda para no sentirse abrumado. A veces, imaginamos que podemos ocasionar consecuencias negativas, Spoiler! Aléjate de quien no acepte tus límites.
A continuación te propongo 4 vías por las que puedes empezar.
1. Comunicación asertiva para principiantes.
La comunicación asertiva es el estilo comunicativo directo, empático y honesto en el que se expresan las propias necesidades, respetando la visión y lo que quiere la otra persona.
Una manera de empezar a comunicarse de forma asertiva es hablando desde el YO. Ejemplo:
“YO SIENTO miedo cuando hablo contigo” “YO NECESITO un poco de descanso, hoy no iré a tomar algo” “ME SENTÍ atacada con tu comentario del otro día”.
De esta manera evitamos comentarios propios del estilo agresivo con ataques más violentos del tipo “Tú me has hecho…” “Tú me haces sentir…” donde no explicamos que necesitamos atender con la otra parte de forma conjunta.
2. Alternativas para decir NO.
No hay nada de malo en expresar explícitamente que no queremos o no nos apetece algo. Sin embargo, si te resulta difícil o violento decirlo, te dejo aquí unas opciones.
- Ofrece un plan alternativo: “Qué te parece si mejor vamos al cine en lugar de ir a cenar?”
- Pospón la oferta: “Gracias, en otra ocasión tal vez me apunto a salir.” “Déjame que me lo piense y te digo algo.”
- Utiliza el lenguaje corporal: una mirada, un gesto, puede dar información al otro de que algo no es de tu agrado o no te apetece.
3. Técnica del martillo pilón
Útil frente a nuestras relaciones más insistentes (o pesadas, por qué no decirlo). Cuando alguien no respeta el límite o insiste en que cambiemos de parecer, es importante mantenerse firme. La definición de ser una persona martillo pilón es ser alguien que persigue algo con el fin de sofocarlo o acabar con ello.
La técnica consiste en repetir el mismo límite cada vez que se intente invalidar o transgredir, avisando de que ya se ha comunicado lo mismo con anterioridad, persiguiendo tu idea inicial con el fin de que se respete.
Ejemplo:
+ No me apetece salir a tomar café hoy.
– Va, que será solo un rato. ¡No te cuesta nada!·
+ Gracias, pero como te comento hoy no me apetece salir a tomar café.
– ¡No seas sosa! Venga vente yo te invito.
+ Quizás otro día, pero hoy no me apetece salir a tomar café.
Y así hasta que sea necesario o quede en evidencia la absurdidad de su insistencia.
¡ATENCIÓN! Cuando empezamos a poner límites en nuestro entorno hay personas que se pueden sentir incómodas. RED FLAG! Quién se moleste por tus límites es quizás quien se está aprovechando de la falta de los mismos
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4. ¿Y si no sé lo que quiero?
VE AL CUERPO. Se conoce el término sensación sentida como aquella información corporal que va más allá de la emoción y el razonamiento. Podríamos decir que es esa sensación de tranquilidad (sí quiero esto) versus de tensión o angustia (no quiero esto) que se genera cuando nos imaginamos tomando una decisión.
Las sensaciones corporales nos dan información que va más allá de los motivos razonables o emocionales. Nos funciona cuando no sabemos si queremos poner límites o no. La técnica del FOCUSING puede ayudarte en tu caso, ponte en contacto con nosotras y podemos ayudarte a que mejores en el proceso de toma de decisiones.
Existen otras formas de hacer conscientes las sensaciones corporales. En este artículo de Rosana te explicamos cómo puedes aumentar ésta capacidad a través de diferentes técnicas de relajación.
Natalia Artero Boronat