UN PROBLEMA COMPARTIDO, ES UN PROBLEMA DIVIDIDO

Según la OMS (Organización Mundial de la Salut), cada año más de 703.000 personas se quitan la vida. En el 2019 el suicidio fue la cuarta causa de muerte en todo el mundo en la franja de edad de 15 a 29 años.

El suicidio afecta a todos los grupos sociales, sin importar las edades ni etnias. Es por esto por lo que, desde En Plural Psicología en el día de hoy, mundial de la prevención del suicidio queremos dedicar un espacio para poder hablar abiertamente sobre este tema .

Si bien es importante identificar los términos clave que giran en torno al suicidio para hacer un abordaje terapéutico. Para el presente post es imprescindible dedicar el espacio, a los pensamientos acerca de participar en cualquier conducta relacionada con el suicidio (Villafaña y Cárdenas, 2022).

Por eso os vamos a dejar algunas preguntas y recomendaciones para saber «Cómo hablar sobre suicidio» teniendo en cuenta que lo más importante es no tratar el suicidio como un tema tabú, así que hablemos claro. No temas en preguntar, hablar de esto no incrementa los riesgos, sino que puede ser el primer paso para salvar una vida.

Las preguntas directas son fundamentales:

No busques culpables ni indagues en los detalles, ayuda a buscar a profesionales del ámbito de la salud mental que pudieran ayudar y dar herramientas.

  • ¿Has pensado en suicidarte?
  • ¿Tienes un plan o un método para hacerlo?
  • ¿Cuándo has pensado hacerlo?
  • ¿Puedo hacer algo para ayudarte?

Para cada persona las variables que le acompañan en el día a día son infinitas y las interacciones que hay entre ellas son complejas. Desde aquellos recuerdos que nos acompañan desde pequeñas/os, pasando por el estrés de la vida adulta y sin descuidar el mundo del subconsciente que, a veces, no nos permite recordar aquello por lo no nos encontramos cómodos/as.

 
Señales de advertencia
 
Es importante prestar atención a diferentes señales que  pueden presentarse como: 
 
  • Frases del tipo: «No sé muy bien por qué sigo aquí.», «Es mejor que me quite del medio.», «Todo irá mejor sin mi.»
  •  Cambios fuera de lo habitual en el estado de ánimo.
  • Aislamiento social repentino.
  • Regalos inusuales y/o despedidas emocionales.
  • Abuso de sustancias.
  • Descuido de la apariencia personal.

Muchas veces, alrededor de una ideación o conducta suicida, existe una sensación de malestar, inquietud, nerviosismo que nos acompaña diariamente y que no sabemos gestionar. A veces, la sensación del dolor es tan fuerte que pensamos que no es posible soportarlo de otra manera.

Por esta razón es importante darle nombre a este estado emocional y poder compartir en un espacio seguro aquello que produce tanto dolor.

¿Cómo ayudar?

Si somos capaces de detectarlo en alguien debemos intentar ayudarle y es posible que también necesites asesoramiento profesional de algún especialista. Algunos consejos son:

  • Escucha sin juzgar y alienta a buscar ayudar externa profesional.
  • Ofrece apoyo incondicional y mantén una comunicación abierta
  • Nunca le dejes solo/a en momentos de crisis.
  • Llama a servicios de emergencias si es necesario.

Sentirte escuchada/o será de gran ayuda cuando pienses que no puedes más por eso, resulta imprescindible dotar de herramientas que pudieran ayudar a reconducir la ideación para obtener ayuda con la misma.

Recursos de ayuda

Si estás pensando en el suicidio como opción busca alguien de confianza, explícaselo y pide ayuda profesional.

  • Si necesitas soporte profesional inmediato y de forma anónima: llama al 024.
  • Si estás herido/a y necesitas asistencia inmediata: llama al 112 y pide el código suicidio.
  • Teléfono de la Esperanza: Llama al 717 00 717 o su SOS para visitar su web.
  • Grupos de Apoyo en Línea: Busca en redes sociales y foros.

 

Si en la lectura de este artículo ha surgido alguna duda de como ayudar o ser ayudado, no en contactar con nosotras.

Elizabeth P.THompson

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