Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las adicciones y los trastornos que se generan a su alrededor son unos de los principales problemas de salud en los países desarrollados.
Desde En Plural Psicología intentamos abordar las adicciones considerando el patrón de consumo y la casuística del consumo de una forma integral.
Por esta razón tenemos en cuenta ciertas variables que nos ayudan a entender el funcionamiento de la persona adicta teniendo en cuenta cada caso en particular:
- Historia de vida
- Cómo funciona el cerebro que consume
- Disponibilidad del material de consumo
- Traumas
- Gestión emocional de la adicción (craving, resaca, síndrome de abstinencia, síntomas físicos…)
- Soporte del grupo de referencia
- Colegas de consumo
Entender las adicciones desde otro lugar que no sea “el vicio” es importante para entender a la persona adicta y también a las personas y familiares que forman parte del núcleo directo y que son elemento fundamental para la recuperación del paciente que atendemos.
Existen diversas formas de adicción. A menudo, asociamos el término «adicción» de inmediato con sustancias como la cocaína o el alcohol, y es correcto, pero existen adicciones que no se relacionan con sustancias químicas, sino más bien con comportamientos o actitudes.
En este sentido, las adicciones se pueden clasificar en dos categorías principales:
- Adicciones a sustancias: Involucran el consumo de sustancias químicas como alcohol, cocaína, heroína, cannabis, tabaco, psicofármacos, opiáceos, esteroides, entre otros.
- Adicciones comportamentales: En este caso, la dependencia se forma en relación con comportamientos específicos, como las compras compulsivas, el trabajo excesivo, el juego patológico, la búsqueda constante de sexo, el uso desmedido de nuevas tecnologías como redes sociales y videojuegos, entre otros.
El primer paso para un buen proceso terapéutico es, tomar conciencia sobre el proceso adictivo y el proceso de deshabituación. Por esta razón es importante entender la neurociencia de las adicciones y caer en la certeza de que cualquier sustancia adictiva (drogas sintéticas, alcohol, tabaco, medicamentos…) activan el sistema de refuerza de recompensa y aumenta la liberación de dopamina en el núcleo accumbens.
Esto significa que toda nuestra conducta cotidiana está guiada por las posibles repercusiones positivas o negativas que una acción pueda tener en nuestra supervivencia. En este sentido, la información proveniente de diversos núcleos cerebrales converge hacia el núcleo accumbens. Cuando nos enfrentamos a situaciones o sustancias beneficiosas para nuestra supervivencia, como la alimentación, el sexo, la compañía de amigos o la práctica deportiva, las neuronas de dopamina se activan y liberan dopamina en el núcleo accumbens, actuando como un letrero luminoso que indica la importancia de dicha sustancia o situación para la supervivencia.
Por ejemplo, el acto de comer: durante este proceso, se incrementa la liberación de dopamina, y mi cerebro interpreta esta señal como una indicación crucial para la supervivencia. A partir de ese momento, se establecen millones de conexiones y sinapsis entre diversos núcleos cerebrales con dos objetivos principales:
- Comprender cómo logramos obtener alimento
- Poder repetir la acción de comer diariamente
Se entiende entonces que las drogas, activan este refuerzo y hacen que se busque para obtenerlo olvidando, en algunos casos, que otros refuerzos básicos para la vida diaria como comer, socializar, dormir… son importantes para nuestro sistema..
Este círculo vicioso, tiene consecuencias para la salud dependiendo del tipo de adicción (enfermedades hepáticas, cáncer, VIH, trastornos mentales, problemas en el sistema nervioso…) por eso es importante hacerle frente con una persona profesional e incluso con la coordinación entre diferentes profesionales de la salud.
Para hacer frente a este proceso terapéutico y romper el círculo vicioso del consumo, los invito a reflexionar sobre la frase que un paciente de nuestro despacho compartió con nosotros hace unos meses:
“La persona adicta es de las únicas que puede elegir vivir dos vidas, la del consumo y la de vivir limpio.”
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- La Línea Verde, es el servicio de información y orientación en drogodependencias de la Generalidad de Cataluña. Puedes realizar la consulta gratuita por teléfono (900 900 540), por escrito o por chat.
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Elizabeth P.Thompson